Estos rescates están buenísimos. Ya nos animamos, así que aprovechamos comentarles que mañana ustedes pueden convertirse en cazadores de libros y llevarse un descuento en el intento.
Hoy, dos libros diamentralmente distintos pero tan buenos que de puro capricho quieren, necesitan, exijen su atención queridos seguidores. El primero, un libro de historia, o para decirlo mejor, un libro sobre la historia del hambre. El dato curioso es que este año presenciamos la llegada de “Hambre” de Martín Caparrós, un voluminoso libro que buscaba llamar la atención sobre los orígenes y efectos del hambre que genera nuestro actual sistema económico en las sociedades menos desarrolladas. Con todo lo bueno que hizo Caparrós, por los datos que recogía y demás, no se compara al trabajo de James Vernon en “El Hambre: una historia moderna”.
Vernon, que además de historiador es especialista en política británica del siglo XIX, centra su mirada en el Imperio Británico del siglo XIX y nos narra con tono crítico el modo en que el hambre deja de ser concebida como atributo “natural” de las clases poco favorecidas y pasa a ser vista como un problema de orden estatal, dando paso al funcionamiento del Estado de Bienestar. Para llegar a retratar este cambio Vernon lo incluye todo: el lugar del hambre en el mundo moderno, la ciencia en torno a la medición del hambre y el impacto que los avances en este campo produjeron para lograr el giro deseado. Se cuenta también las experiencia británica de las primeras políticas de Estado en la lucha contra el hambre, todo con un rigor histórico de primera que nos exhorta a revestir de nuevos significados nuestra idea de lo que entendemos por democracia.
El segundo libro es una novela del rumano Eginald Schlattner, editada por Acantilado en el 2011 y que forma parte de una trilogía que ,esperemos pronto, se vea completa en nuestra idioma tal como prometió esta editorial. ¿Qué nos deja esta novela? Sudor, la rabia natural ante el abuso de poder y una sensación de que la tortura y degradación del personaje principal la vivimos en carne propia durante las casi 700 páginas de la novela. Esta es la historia (en parte autobiográfica) de un estudiante revolucionario que es capturado por la Securitate rumana y es sometido a un interregotario brutal que terminará quebrando no solo su cuerpo, sino el espíritu combativo del muchacho, y la sobrentendida promesa de no delatar a sus compañeros. Apasionante de principio a fin, la novela de Schlattner es de esas que, sin necesidad de conocer el contexto histórico en el que se desarrolla, te hará volver los ojos (y a ratos el estómago) hacia la poca humanidad con la que nos vemos los unos a los otros.
Nuestro anaqueles llenos de libros los esperan.Y mañana, con descuentos sorpresas.
Dio Vargas.